Podemos partir de situaciones de juego, con figuras construidas con palillos y plastilina.
Podemos construir, con palillos y plastilina, cuadrados con número de lados: 1, 2, 3, 4, … Y presentar las potencias cuadradas, viendo el número de cuadrados en cada caso y la relación con la longitud del lado
Se trata de relacionar el número de cuadrados que aparece en cada caso con el número de palillos de la base. Así aparecen los números 1×1, 2×2, 3×3 , 4×4; etcétera.
De esta forma introducimos la noción de «cuadrado de un número», como resultado de multiplicar el número por sí mismo.
De modo análogo, jugando con cubos de Rubik, podemos introducir la noción de «cubo de un número».